jueves, febrero 09, 2006

Fe de ratas

Una suave lágrima se desliza sobre tus dedos.
Si supieras olvidar lo que no olvidamos,
no advertirías el dolor que no se perdona;
si tan solo sortearas el escollor de tus consecuencias
del delicado dominio de tus caprichos,
de las sangre por vos derramada,
de la irascible respuesta
tras leyendas y cánticos resurrectos
que te atormentan,
intangibles,
frecuentes...
que vienen blandiendo castigos en sus voces,
cada vez mas cercanas,
tu mano sin fuerza se aferra,
mientras tu corazón se comprime;
nadie vendrá en tu ayuda,
ni podrás descuidar la memoria.

Ya vienen...

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